Extracto
Lograr alto desempeño en la entrega de valor a los clientes es un objetivo fundamental para cualquier empresa que aspire a destacar en su sector y mantenerse competitiva a largo plazo. Para ello, la reorganización del negocio en función de estrategias claras y enfocadas, el establecimiento de mecanismos de gobernanza formales pero pragmáticos y procesos alineados a la estrategia de negocio; así como la participación activa de la alta dirección y la eficacia en los mandos medios y en el personal operativo, son elementos esenciales para lograr la excelencia en todos los niveles de la organización y éxito empresarial.
Contenidos
La Cultura Organizacional: Catalizador del Éxito Empresarial
El éxito empresarial va más allá de tener una idea brillante o un producto innovador. Más bien, es el resultado de una combinación de factores que se unen para crear un entorno en el que la empresa y sus colaboradores puedan prosperar y desempeñarse de forma altamente efectiva en la entrega de valor a los clientes. Esta creación de valor no se construye de la noche a la mañana ni se logra con un solo cambio o acción.
Se trata de sembrar una cultura organizacional sólida y cohesiva que refleje valores tales como la responsabilidad, el liderazgo, el servicio, el compromiso, la honestidad, la innovación, entre otros, y fomente la excelencia en todos los aspectos del negocio. Esto se debe a que la organización y su desempeño es el resultado de las formas de pensar y actuar individuales de sus miembros que suman a un esfuerzo colectivo.
Estas formas de pensar y actuar se ven modeladas e influenciadas por dos sistemas que actúan de manera simultánea en la organización, siendo estos el racional, que que da forma a las operaciones diarias y establece el rumbo estratégico, y el emocional, que influye en cómo los colaboradores se relacionan entre sí y con la empresa en su conjunto.
Sistema Racional: Estableciendo un Marco de Trabajo Efectivo que Modele los Comportamientos Deseados
El propósito principal de establecer un sistema racional robusto es el de generar y mantener una independencia de los mandos medios y líderes de la alta dirección, y permitir que la organización pueda operar por sí sola y desarrollarse exponencialmente en entornos altamente competitivos y cambiantes. Esto se logra integrando tres piezas clave:
Estrategias de Negocio Claras y Enfocadas
En el entorno empresarial actual, cada vez más dinámico y competitivo, las empresas deben adaptarse a los cambios del mercado, las demandas de los clientes y las tendencias tecnológicas emergentes. Esto implica transformarse constantemente para mantenerse competitivo, relevante y sostenible a largo plazo.
En este contexto, la incertidumbre sobre el futuro de una organización en sus diferentes niveles y la ambigüedad sobre las expectativas y prioridades puede llegar a socavar sustancialmente los esfuerzos para desarrollar la excelencia empresarial. Es por ello que la formulación y comunicación de las estrategias de negocio, donde se hable sobre el futuro de la organización y el rol que juega cada colaborador es clave para alinear el enfoque al resultado que se desea y elevar la moral del equipo.
Mecanismos de Gobernanza Formales y Pragmáticos
Una buena administración del desempeño organizacional requiere de estructuras de liderazgo y toma de decisiones claras que cuenten con roles, responsabilidades y mecanismos de rendición de cuentas en base a resultados. Estos mecanismos deben ser flexibles y adaptables para responder a las necesidades cambiantes del entorno empresarial.
Establecer objetivos empresariales que sean específicos, medibles, alcanzables, relevantes y tangibles en el tiempo es fundamental para evaluar el progreso de la organización y ajustar las estrategias según sea necesario para alcanzar metas. A su vez, fomentar una cultura de responsabilidad implica que cada miembro de la organización asuma la responsabilidad de sus acciones y contribuya al éxito general de la empresa.
Procesos Formales Alineados con la Estrategia de Negocio
Una organización de alto desempeño requiere sistemas operativos robustos que optimicen los procesos y garanticen la consistencia en la entrega de sus productos y servicios. Para ello, es necesario caracterizar, documentar y revisar los procesos de la organización constantemente y entrenar al personal en su implementación y seguimiento para asegurar que estén alineados con los objetivos estratégicos y que respondan de manera ágil a las demandas del mercado y las realidades operativas.
Sistema Emocional: Alentando un Ambiente de Trabajo Colaborativo y Orientado Hacia el Logro de Resultados.
El propósito principal de establecer un sistema emocional armónico es el de fomentar la innovación, la creatividad y el compromiso de los colaboradores al mantener a todos los miembros de la organización alineados con los objetivos y estrategias en un ambiente en el que se sientan cómodos compartiendo ideas, preocupaciones y sugerencias. Esto se logra integrando tres piezas clave:
Alta Dirección Involucrada y Comunicativa
La participación activa de la alta dirección va más allá de establecer y comunicar una visión clara y motivadora sobre el negocio; incluye involucrarse directamente en el apoyo y desarrollo del talento humano y los equipos de trabajo. Tener a las personas adecuadas en roles clave y evitar los juegos de poder, especialmente en el contexto de empresas familiares, es fundamental para el éxito y la estabilidad de la organización.
Estas personas deben ser capaces de fomentar una cultura de innovación y de aprendizaje continuo, implementar sistemas y mantener la excelencia operativa que permita a la empresa mantenerse relevante y competitiva. En lugar de ejercer un control autoritario, la alta dirección debe adoptar un enfoque más colaborativo y centrado en influir en el comportamiento colectivo para generar compromiso con los resultados. Esto implica pasar de simplemente dar instrucciones a inspirar y motivar a los miembros del equipo para responsabilizarse y alcanzar las metas establecidas.
Mandos Medios Eficientes y Efectivos
Los mandos medios juegan un papel crucial como enlace entre la alta dirección y el personal operativo. Para ser efectivos, deben ser capaces de describir con precisión los procesos y fundamentos del negocio, así como de comunicar claramente las expectativas y prioridades a sus equipos. Además, deben actuar como facilitadores del cambio y promotores de una cultura organizacional sólida y positiva.
Estos líderes modelan los valores de la organización e influyen (directa o indirectamente) a sus equipos a adoptarlos en su trabajo diario. Deben poner especial atención en las actitudes negativas en sus subordinados que pueden obstaculizar el desempeño individual y el éxito empresarial. Algunas de ellas son:
No conocer sus aspiraciones, metas nulas o poco claras. Tener una visión a corto plazo sin mentalidad de crecimiento y de dejar un legado.
Escudarse detrás de una mentalidad derrotista asumiendo que se tiene mala suerte y todo es culpa de situaciones injustas que le rodean haciéndose víctima.
Ser esclavo de sus placeres e impulsos. Mantenerse en un estado descontrolado de consumo excesivo (comida rápida, alcohol y drogas, entretenimiento y redes sociales, compras compulsivas, entre otros).
Esperar nuevos cambios y efectos en su vida sin destruir comportamientos negativos repetitivos.
Un entorno sumamente rutinario para evitar aquello que no permanece dentro de su ambiente de exceso de comodidad condicionado por el miedo al fracaso.
No saber soltar ni ignorar lo que no conviene a largo plazo. Aferrándose a lo que se quiere en el momento por encima de lo que se necesita para el futuro.
Al proporcionar un apoyo oportuno y eficiente, donde se guíe con respeto, enseñanza y sentido humano a los colaboradores, los líderes pueden ayudar a transformar estas actitudes en comportamientos positivos que impulsen el desempeño individual y colectivo, así como propiciar una buena atmósfera de trabajo que permita laborar con entusiasmo y respeto. Estos comportamientos positivos incluyen:
Aceptar y superar el pasado, vivir y aprovechar el presente, mentalizarse y tomar acción hacia el futuro que se quiere para uno y sus seres queridos.
Conservar la fe en que al final se prevalece independientemente de las dificultades, y a su vez, enfrentar las adversidades de la realidad actual.
Apuntar al mayor bien posible que se pueda concebir, eliminando las distracciones del camino y cambiando el enfoque.
Sí debe cambiar y puede cambiar, cambia. No desea que las cosas sean más sencillas sino que desarrolla su fuerza, sabiduría y valentía para superar los desafíos.
Buscar constantemente puertas y oportunidades de crecimiento para aprovechar todo lo que la vida tiene para ofrecer.
Establecer límites sanos y desarrollar un sistema de faltas (strikes) que se comunique y respete.
Personal Operativo Capaz y Comprometido
El personal operativo, como base de la organización, debe ser capaz de desempeñar sus funciones de manera independiente al poder tomar decisiones y asumir responsabilidades cuando las situaciones lo ameriten. Esto requiere de un entrenamiento adecuado y de la implementación de métodos formales de comunicación que faciliten la coordinación y colaboración entre los diferentes equipos y departamentos para brindar el apoyo y los recursos necesarios para que se puedan lograr resultados de manera eficiente, fluida y efectiva.
Contar con programas de capacitación, mentoría y oportunidades de crecimiento ayuda a los colaboradores en su desarrollo personal y profesional, mantener a la empresa a la vanguardia de su sector y a evitar la rotación de talento (silenciosa o anunciada). Finalmente, promover un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal es fundamental para el bienestar de los colaboradores y la productividad de la empresa.
Conclusión: Lograr Alto Desempeño es un Compromiso de Todos
Lograr una organización de alto desempeño requiere un enfoque holístico que abarque desde el liderazgo inspirador hasta una cultura organizacional sólida, pasando por la comunicación efectiva, el desarrollo continuo y la innovación constante. Al adoptar estas claves y comprometerse con la excelencia en todos los niveles, las empresas pueden crear un entorno en el que tanto los colaboradores como la organización puedan alcanzar su máximo potencial y lograr un éxito sostenible a largo plazo.
Al crear un sistema racional sólido y alentar un sistema emocional armónico, una empresa puede generar y mantener sintonía organizacional, así como establecer un orden de mando efectivo que encamine los esfuerzos del equipo hacia la liberación de restricciones y el verdadero logro de resultados potencializando la cultura individual, y por ende, la cultura organizacional.
Alcanzar y mantener un alto desempeño en un entorno empresarial cada vez más competitivo y cambiante es esencial para la supervivencia de los negocios. La cultura no solo impulsa el éxito a corto plazo, sino que también fortalece la identidad y el propósito de la organización, permitiéndole prosperar y crecer de manera sostenible a lo largo del tiempo.
¿Quieres saber más? Visita nuestro Blog: https://www.consultoriatacs.com/blog
¿Listo para transformar tu empresa? Escríbenos en: contacto@consultoriatacs.com
¡Contáctanos hoy mismo y descubre cómo podemos hacer crecer juntos tu negocio!
Acerca de Pablo Tellaeche (Autor):
Propietario y consultor principal de TACs Consultores, Conferencista y Docente Universitario; busca llevar una verdadera y positiva Cultura Lean y Transformación Digital a toda empresa con la que tenga el gusto de colaborar.
Comments