Extracto
Para alcanzar el éxito en un entorno empresarial en constante evolución, se debe crear un ambiente propicio para la eficiencia y el éxito a largo plazo de la organización. Al asegurar una colaboración efectiva con liderazgo transformador, donde la confianza, el conflicto saludable y constructivo, el compromiso de la toma de decisiones, la responsabilización mutua y el enfoque en resultados colectivos son prioritarios; se puede lograr una colaboración armoniosa y un alto desempeño en toda la organización para que pueda enfrentar los desafíos de su día y día y prosperar.
Contenidos
La Importancia de la Colaboración y el Rol del Líder en la Integración de Equipos Multidisciplinarios
La colaboración ha sido siempre un catalizador para la innovación y el progreso al reunir personas con diferentes experiencias, talentos y perspectivas que ofrecen una riqueza de ideas y soluciones que un solo individuo o grupo homogéneo simplemente no podría igualar. Estas personas trabajan hacia un objetivo común combinando sus conocimientos y talentos en campos como la tecnología, el diseño, las ventas, el marketing, las finanzas, la ingeniería y más.
La formación de equipos multidisciplinarios que logren un flujo continuo y armonioso en las operaciones empresariales requiere de líderes capacitados. Estos líderes juegan un papel vital al guiar al equipo hacia la excelencia mediante un liderazgo situacional, inspirador y transformador que haga que todas las personas de su equipo se sientan reconocidas, valoradas y partícipes del proyecto empresarial; lo cual implica:
No Tomar Las Cosas a Nivel Personal para evitar entrar en juegos psicológicos y dinámicas de poder, especialmente en el contexto de empresas familiares.
Escuchar de Manera Activa las opiniones, intereses e inquietudes de su equipo y fomentar un clima de confianza, cooperación y crecimiento.
Proporcionar Una Dirección Clara y asegurar que todos estén alineados en torno a un propósito común desde un principio.
Saber Ver el Potencial de Las Personas y Ayudarlas a ser la mejor versión de sí mismas en lo personal y lo profesional.
Reconocer los logros en público y Corregir conductas inadecuadas en privado.
Ser Flexibles para adaptarse a los cambios.
Confiar en las capacidades de su equipo.
Potenciar la creatividad y la innovación.
Ser Cercano sin perder autoridad.
A su vez, el líder es el responsable de administrar eventos y reuniones de trabajo donde se promueva un enfoque participativo en el cual se colabore de manera simultánea en el mismo espacio integrando medios físicos y digitales para resolver problemas con una visión clara y compartida de la situación. Para lograrlo, los líderes deben asegurar cuatro puntos clave:
Planificación: Se tiene un objetivo claro y se prepara con anticipación.
Eficiencia: Existe una agenda previa de los temas a tocar y se sigue.
Efectividad: Se busca resolver problemas y no solo notificarlos.
Trascendentes: Se genera una minuta con los acuerdos, fechas y responsables.
Las Cinco Disfunciones: Un Desafío Para la Integración
Por desgracia, muchas veces lograr genuinidad en el trabajo en equipo dentro de las empresas y organizaciones es algo elusivo debido a los desafíos de trabajar con personas que tienen diferentes formas de pensar y expresarse. Patrick Lencioni, en su obra "Las Cinco Disfunciones de un equipo", destaca los obstáculos naturales pero peligrosos que amenazan la armonía y eficacia de los equipos, poniendo de manifiesto la importancia de la colaboración efectiva como cimiento para lograr un Alto Desempeño en toda la organización y propiciar el éxito a lo largo de su desarrollo empresarial.
En su análisis, Lencioni nos recuerda que los equipos son, en última instancia, compuestos por seres humanos, no máquinas interoperables e intercambiables a nuestra conveniencia; y a pesar de los procesos, herramientas, estándares, guías y buenas prácticas existentes y documentadas, la falta de colaboración entre las personas ha sido históricamente el mayor obstáculo en el crecimiento de las organizaciones. Esta falta de colaboración se debe a cinco disfunciones que deben ser abordadas de forma consecutiva para lograr una cooperación armoniosa.
Ausencia de Confianza
La confianza es un componente fundamental para formar un equipo cohesionado y eficiente e implica sentir seguridad en las buenas intenciones de los compañeros y permitir la vulnerabilidad mutua. La falta de estos elementos provoca el desperdicio de tiempo y energía en el control de comportamientos, la apatía y la renuencia a asumir riesgos y responsabilidades, lo cual mantiene la moral baja y propicia la rotación de personal (silenciosa o anunciada).
Stephen M. R. Covey, en su obra “La velocidad de la confianza”, sostiene que la confianza es el cimiento sobre el cual se construyen relaciones sólidas y productivas, tanto en el ámbito profesional como en el personal y la relaciona con dos componentes clave:
La credibilidad, compuesta de la integridad en hechos y palabras, la intención detrás de las acciones, las capacidades de la persona, y los resultados e historial de éxito en la entrega de resultados, y
El comportamiento, que se guía por valores, normas y prácticas que promueven o entorpecen la iniciativa, la interacción positiva, la creatividad, la integridad y la colaboración.
Los líderes son los que modelan estos elementos e influyen (directa o indirectamente) en sus colaboradores a adoptarlos en su trabajo diario. Por lo cual, ellos deben ser los primeros en demostrar su propia vulnerabilidad y crear un ambiente donde esta no sea castigada.
Temor al Conflicto
La falta de confianza conduce al temor al conflicto, obstaculizando las discusiones abiertas y apasionadas que se requieren para el crecimiento de relaciones duraderas. Contrariamente a la creencia de que el conflicto desperdicia tiempo, el conflicto saludable ahorra tiempo al abordar problemas de manera directa y completa. Por desgracia, esto es a menudo evitado, especialmente en entornos laborales jerárquicos para evitar resentimientos, provocando tensiones y repitiendo problemas no resueltos.
En este punto, el líder debe anticipar posibles conflictos y promover el conflicto saludable al permitir y motivar discusiones abiertas, apasionadas e informadas para facilitar el proceso de toma de decisiones y la resolución de conflictos abordando los desacuerdos de manera constructiva (ganar-ganar), asertiva (con datos) y empática (mostrando disposición y apertura a negociar). Al Switzler, en su obra “conversaciones cruciales”, aborda la importancia de la comunicación efectiva y la gestión del conflicto a través de los principios del diálogo efectivo: centrarse en lo que realmente se quiere, observar el contenido y percibir el clima, procurar seguridad durante la conversación, y pasar a la acción de manera positiva y transformadora.
El reconocimiento de que las discusiones de alto riesgo pueden presentarse como sorpresas poco gratas es relevante. La preparación y el cuidado en el manejo de estas situaciones son cruciales para evitar resultados negativos, como la violencia o el silencio. La importancia de establecer confianza y seguridad al inicio del conflicto y de clarificar las conclusiones al final para evitar confusiones abre la puerta a una toma de decisiones y acciones que impulsen el verdadero logro de resultados.
Falta de Compromiso
La ausencia de conflictos saludables resulta en la falta de compromiso ya que no existe consenso sobre la toma de decisiones, en las cuales, muchas veces no se toma en cuenta las opiniones de todos los participantes, y no se abordan y resuelven sus inquietudes, lo cual en última instancia afecta la eficacia y cohesión del equipo y la organización en general.
El líder debe guiar el establecimiento de un propósito común que sea claro, desafiante, significativo y aceptado por todos con el fin de que los miembros del equipo sepan cual es su rol y su importancia, y puedan aplicar estándares acorde a dicho propósito. La organización debe valorar, reconocer y celebrar las contribuciones de los miembros para fomentar la satisfacción personal, sentido de pertenencia y el compromiso; al mismo tiempo, la organización debe identificar, abordar y corregir conductas inapropiadas para fomentar un ambiente de trabajo positivo.
En el establecimiento de estos compromisos debemos procurar el concretar con exactitud las acciones que llevarán a los resultados que se tienen en mente, y asignarlas a una persona en específico en un tiempo determinado para evitar la ambigüedad, asegurando que el tiempo y el esfuerzo invertidos en la toma de decisiones se traduzcan en acciones concretas y exitosas.
Evasión de Responsabilidades
La falta de compromiso claros e inequívocos provoca un bajo nivel de rendición de cuentas que debe ser resuelto al responsabilizarse mutuamente, fortaleciendo las relaciones y manteniendo altas expectativas. La presión de los compañeros se convierte en un medio eficaz para motivar la mejora y reducir la necesidad de burocracia en la gestión del desempeño empresarial.
El líder debe permitir que el mismo equipo sirva como mecanismo principal de rendición de cuentas con una cultura de retroalimentación abierta y aprendizaje continuo que tome en consideración fortalezas, debilidades, aciertos y errores para la compartición de responsabilidades, y el desarrollo del liderazgo entre los miembros; propiciando así el apoyo mutuo, un ambiente donde el trabajo duro se combina con la diversión y el bienestar en una dinámica equilibrada y positiva.
Jim Collins, en su obra “De buena a grandiosa”, describe cómo las empresas exitosas siguen un "círculo de la virtud", donde la retroalimentación abierta, el aprendizaje continuo y el desarrollo compartido contribuyen a una cultura organizacional sólida y cohesiva y a un ciclo positivo de éxito sostenido que permite que un equipo evolucione de lo bueno a lo grandioso.
Falta de Atención a los Resultados
La incapacidad para hacerse responsables mutuamente crea un ambiente donde las necesidades individuales y/o departamentales prevalecen sobre las metas colectivas del equipo. Es esencial mantener un enfoque constante en objetivos colectivos definidos ya que la falta de atención a los resultados puede llevar al equipo a desviarse, enfocándose en el estatus y política empresarial en lugar de metas significativas.
El líder mantiene al equipo enfocado en producir resultados significativos de manera consistente, logrando con éxito sus objetivo y viendo los errores no como fracasos sino como oportunidades valiosas para aprender y mejorar. La flexibilidad y la adaptabilidad son clave para superar los desafíos que puedan surgir a lo largo del tiempo.
Conclusión: Desarrollando la Disciplina y Perseverancia
Aunque este enfoque parece sencillo en teoría, en la práctica, alcanzar estos niveles de colaboración requiere disciplina y perseverancia, pero los beneficios a largo plazo en términos de eficiencia, creatividad y satisfacción laboral son significativos. Antes de abordar cada disfunción individualmente, es crucial evaluar el equipo e identificar las oportunidades de mejora.
En la búsqueda de la excelencia, la colaboración efectiva es clave. Mantener un liderazgo transformador que supere las disfunciones con disciplina y perseverancia es fundamental para crear equipos multidisciplinarios eficientes y cohesionados. Al adoptar este enfoque, las organizaciones no solo mejoran sus procesos, sino que también se preparan para enfrentar los desafíos dinámicos del entorno empresarial actual y futuro.
El futuro pertenece a aquellos equipos que no solo enfrentan desafíos, sino que los transforman en oportunidades. En cada desafío y en cada logro, la revolución de la colaboración está en marcha. Equipos multidisciplinarios, guiados por líderes transformadores, están escribiendo nuevas historias de éxito. Recuerda que la colaboración efectiva no es solo un objetivo, es el camino que define el viaje hacia el éxito duradero.
¡Adelante, equipo!
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Acerca de Pablo Tellaeche (Autor):
Propietario y consultor principal de TACs Consultores, Conferencista y Docente Universitario; busca llevar una verdadera y positiva Cultura Lean y Transformación Digital a toda empresa con la que tenga el gusto de colaborar.